ecologia,FLORA Y FAUNA

Últimamente, la prensa diaria vive una verdadera “mediamorfosis”. Unos repentinamente se volvieron ecologistas. Otros conservadores devienen saltimbanquis de la vereda izquierda. No han faltado los visibles cambios en sus pelajes ideológicos. Una verdadera novedad es el hablar y escribir de Dios en nuestros medios. Presumo que nos pondrían freno si es que se nos ocurriera abrir debates dogmáticos sobre nuestras creencias.

En cambio tenemos que quedarnos en silencio cuando alguna dignidad eclesial opina sobre desarrollo, inversión y asuntos ambientales. Por supuesto que no se trata de asuntos privativos en el territorio de la opinión. Lo que sucede es que nos quedamos callamos porque no tenemos la costumbre de proclamar lo que pensamos y lo que realmente creemos. Tenemos en este punto una fe tan postiza y precaria como cuando en nuestra interioridad unimos la brujería de Las Huaringas y los brazos abiertos mirando al cielo y repitiendo el Padrenuestro. No digo viviendo el Padrenuestro.

Intelectualmente el estreñimiento cerebral está de moda. El maniqueísmo de quienes han partido el mundo como una sandía entre los buenos y los malos. Entre la picante sinceridad y los que se creen dueños de la opinión. Entre los que se callan y los que hablan. Entre los que creen que la educación es un acto necesariamente liberador y por lo tanto necesita de una creatividad y una solidaridad irrepetibles. Y los que se solazan en repetir fórmulas sin innovación y sin una práctica de la libertad. Entre los que prefieren enfrentar la pobreza con un cambio de actitudes humanas valerosas y los que promueven la mendicidad callejera con la mano estirada.

ESTRITO,VICTOR ALZAMORA LARROCA 7C 03